Astronomy Rock: cuando de una constelación desaparecen algunas estrellas...

     

     Disculpen ustedes si se han hecho ilusiones o bien he despertado el temor a una disquisición astronómica. Nada sé sobre los astros o los cuerpos celestes pero, dado el influjo que la astronomía siempre ha representado en el fluir de los tiempos y las distintas civilizaciones (de hecho, la historia de la astronomía es tan antigua como la del ser humano), me parece justo hacer esta breve referencia para ilustrar los efectos que producen en las bandas de rock y otras agrupaciones musicales las salidas o abandonos protagonizados por músicos e integrantes de cierto relieve.

      Ejemplos de "dimisiones" rock-and-roleras... ¡Buuuuffff!... ¡Millones! Veamos algunas situaciones:

     - Que han supuesto el declive del grupo afectado: decenas de miles. Una de ellas, aunque sólo se tradujo en declive a nivel comercial, la de Roger Hodgson al abandonar SUPERTRAMP en 1983. 

SUPERTRAMP en su momento culminante: Dougie Thomson,
Bob C. Benberg, John Anthony Helliwell, Roger Hodgson Y Rick Davies

       - Que han desembocado en la disolución de la banda: miles, siendo la más sonada con diferencia la de THE BEATLES. 

THE BEATLES en sus últimos momentos: George Harrison, Paul McCartney, Ringo Starr y John Lennon.

     - Que han dejado al grupo en la misma posición sin verse dañado en su solidez y creatividad: otros tantos de miles. Un caso claro, el de THE ROLLING STONES: tras la muerte de Brian Jones, su sustituto, Mick Taylor, hizo que el grupo no notase en demasía la ausencia del primer guitarrista; años más tarde, Mick Taylor dejó a los Stones y el reemplazo llevado a cabo por Ron Wood fue perfectamente asumido sin variar la trayectoria de la banda.  

Charlie Watts, Mick Jagger, Bill Wyman, Keith Richards y el fallecido Brian Jones.

       - Y así unas cuantas partidas más hasta encontrarnos con el efecto menos sospechado: la mejora del grupo. ¿Por qué se espera menos este resultado? Es difícil responder al igual que se me hace complicado comprender el comportamiento del universo y el de los seres humanos. Porque cuando me refiero al abandono o dimisión por parte de un miembro clave del grupo, ello lleva implícito el ingrediente de la voluntariedad del que se marcha o la nota de tragedia cuando se trata de una muerte. Ante tales hechos inesperados y no deseados en la mayoría de las ocasiones por el resto de integrantes, el impacto suele ser demoledor, sobre todo cuando el grupo se encuentra en plena evolución y crecimiento, lo suficientemente rodado como para afrontar retos ilusionantes pese a los inconvenientes que puedan generarse en forma de tensión, discrepancias de estilos o incompatibilidad de caracteres.

      En este apartado de los avances positivos tras las deserciones grupales, se me vienen a la mente varios ilustres. Permítanme mencionar uno de los míticos abandonos en la Historia de la Música Rock: el de Syd Barrett, en PINK FLOYD. Y qué mejor ilustración de esta traumática salida que una canción con título astronómico de este legendario grupo: "Astronomy Domine".

PINK FLOYD.- Nick Mason, Syd Barrett, Roger Waters, Richard Wright y David Gilmour. Pink Floyd se ha desarrollado realmente como cuarteto pero la influencia de Barrett, pese a su salida en 1968, fue definitiva: siempre estuvo presente en la vida de la banda de rock psicodélico por excelencia.

     Os invito a ver y escuchar esta genial interpretación llevada a cabo por su sustituto David Gilmour... Astronomy Domine (PINK FLOYD: Syd Barrett es el autor de la canción; quien la interpreta y canta es David Gilmour junto a Richard Wright y otros músicos).

     Más meritorio es el caso de FLEETWOOD MAC, una banda que inició su andadura musical bajo la batuta bluesística del genial Peter Green y que, tras el abandono de éste en 1970 más las posteriores huidas de sus otros dos guitarras, tuvo que afrontar un arriesgado y poco estimulante porvenir. ¿Adónde ir sin sus tres guitarristas originales? Pues... "hacia adelante", "Don't Stop", pensarían los desolados Mick Fleetwood (batería) y John McVie (bajo), responsables de haber dado con sus propios apellidos nombre a la formación desde su origen hasta la actualidad, cosechando éxitos que superaron con creces los obtenidos por la banda en sus primeros años. Y pienso que el de FLEETWOOD MAC es el paradigma de los méritos entre las formaciones abandonadas por sus rutilantes estrellas puesto que dejar al batería y al bajista a su suerte en el escenario musical tiene por lo general toda la pinta de dar al traste con cualquier proyecto que se precie. He aquí el ejemplo de la persistencia y el buen hacer de unos magníficos profesionales que se empeñaron en que su sueño debería seguir manteniéndose.

Formación de Fleetwood Mac antes de la marcha de Peter Green: Mick Fleetwood, Peter Green, John McVie, Danny Kirwan y Jeremy Spencer

     

Versión más reciente y exitosa de Fleetwood Mac: John McVie, Stevie Nicks, Christine Perfect (también conocida como Christine McVie por ser esposa de John, el bajista), Mick Fleetwood y Lindsey Buckingham.

    Parece como si estuviera escrito en forma de partitura ese "hacia adelante", ese "no parar" ("Don't Stop" o "No Pares") que los responsables rítmicos de Fleetwood Mac se marcaron concienzudamente como propósito pues, tras diversos momentos de crisis y separaciones, se reunieron en 1993 para tocar en el cierre de campaña de Bill Clinton en 1993 interpretando "Don't Stop", que fue el himno oficial de su campaña. En este vídeo, podréis ver cómo el propio Clinton y Michael Jackson suben al escenario mientras la banda interpreta la canción... Don't Stop (Fleetwood Mac): durante el cierre de campaña de Bill Clinton en 1993.

      Éste ha sido el recorrido de este grupo que ha demostrado que, pese a quedarse solos un batería y un bajista, no hay por qué parar y abandonar los sueños ni rechazar oportunidades para seguir haciendo cosas interesantes con la música.

       Todos debemos seguir en nuestras vidas, en nuestros propósitos, en nuestros sueños con el mejor de los talantes...

         Un abrazo

                          Fran, 

Mi primer instrumento

Carlos Peralbo, el batería que me recuperó
para la música

Mi primer instrumento. Siempre he sido un apasionado de la música... De la música sin etiquetas, de la música sin formación, de la música sin presión ni orden... Y ese silvestre amor hacia las melodías y las armonías ha crecido sin control ni asesoramiento y se ha nutrido espontáneamente de variados estilos... Si me preguntaran "¿Cuál es tu género musical favorito?", diría... ROCK. Pero quién sabe si estaría equivocándome ligeramente en la respuesta, pues soy capaz de vibrar con otros aires, otras atmósferas, ... De hecho, aunque no esté seguro sobre cuál fue la primera canción que interpreté con mi primer instrumento, puedo afirmar que no fue una canción de The Beatles o Supertramp...

     Os preguntaréis..."¿Cuál fue ese primer instrumento?". El que escribe y agradece vuestra paciencia e interés recibió cuando era niño un curioso e innovador regalo de su padre: una calculadora cuyas teclas numéricas emitían una nota distinta desde DO hasta... DO. La limitación era clara pues no tenía bemoles o sostenidos y no recuerdo que tuviera más tonos después de la octava de DO. Pero se convirtió en el primer objeto del que fui capaz de extraer un sencillo paisaje de una pieza o de una obra musical ampliamente reconocida.


      Parece una paradoja el que, siendo poco amante de las matemáticas, hallase en una calculadora el inicio de mis pinitos como músico. Una persona que de vez en cuando me recrimina cariñosamente mis dudas acerca del absoluto dominio de las matemáticas sobre el ritmo del mundo y el devenir de las cosas sonreirá cuando lea esto que escribo. A esa persona debo la creación de este blog. Por cierto, mi primer blog.

      Y a otras personas, también se lo debo, entre las que cuento a MI FAMILIA.

 
      Y como dudo del "podium" que ocupó en mi bautismo musical una de las dos primeras piezas que saqué con aquella calculadora, es justo mencionar a ambas: "Himno de la Alegría", de Beethoven; y la conocida sintonía de "Vickie, el Vikingo - Somos cien contra mil -", aquella divertida y desenfadada serie que solía ver cuando era un crío. Para el "Himno de la Alegría", me he permitido traer aquí el enlace de una actuación de mi adorado Ritchie Blackmore guitarrista de uno de mis grupos favoritos: Deep Purple. Para la canción de "Vickie, el Vikingo", un sencillo vídeo de la serie.

"Ritchie Blackmore Beethoven's Ninth Ode to Joy" - https://youtu.be/50ZCUezGfkA
"Vickie, el Vikingo: Somos cien contra mil" - https://youtu.be/M9b_R_as7vA

      Bienvenidas y bienvenidos a mi blog. Por favor, al igual que me ha recordado hace muy poquito cierta persona, disfrutad libremente aplicando la receta de la jovialidad. Yo quiero hacerlo. Un abrazo,

                                  Francisco Javier Patricio Bordomás (Fran Patricio)